Y llegará el día en que los momentos difíciles serán solo historias que contar.

You don't write because you want to say something, you write because you have something to say.
Si quieres entender mejor tu papel en el mundo, escribe. Trata de poner tu alma por escrito, aunque nadie lo lea o , lo que es peor, aunque alguien termine leyendo lo que tú no querías. El simple hecho de escribir nos ayuda a organizar el pensamiento y ver con claridad lo que nos rodea.
El escritor tiene que sentir, luego soñar y luego dejar que lleguen las fábulas. Las lecturas me han acompañado hasta el día de hoy, transformando mi vida gracias a esas verdades que sólo el gran arte puede atesorar.

sábado, 21 de enero de 2012

problemas de madrugada II

Sentía la necesidad de haber un repaso flash de mi vida durante estos años. En realidad, mi primera década fue bastante monótona así que comenzaré a contar unos años después de haberla cumplido.

Hasta los trece años dediqué mi vida o gran parte de mi tiempo a estudiar, hacer tareas y ser la nena buena de la familia. La chica 10. No preguntaba, solo hacía. Ni en mi casa, ni en el colegio. Si no sabía algo consideraba ridículo levantar la mano y preguntar, tenías que entenderlo con una, a lo sumo, dos explicaciones y no pedir más: eran cosas simples, pensaba todo el tiempo. 
Conocer o no a Bruno hizo que todo eso cambiase pero también la típica rebeldía de la edad y las libertades que vas adquiriendo con el paso de los años (Debe ser la primera vez en todos estos años que admito que viraje no se debió solo a él.) Desde ahí el colegio ocupaba menos tiempo, pero como dije, no eran cosas tan complicadas como para no entender un día antes de la prueba (mi nivel de notas seguía igual). Recuerdo la sensación cuando Martín el preceptor llamó a los abanderados, lo había logrado una vez más. Era mi orgullo, era lo que valía para mi: ser abanderada del colegio. 
El polimodal fue un tanto diferente, probablemente por la edad, los nuevos amigos, el tiempo libre que generaba ir a la mañana, las libertades de tener más de quince años, salir a bailar, empezar a tomar -poco- pero alcohol en fin. Muchos altibajos, me acuerdo de haber llorado por ver física en mi pizarrón y observar a los de humanidades en clase de historia con Zambrano, cómo los envidiaba, yo quería estar ahí, necesitaba escapar de ese mundo de números y tornarme a lo que siempre me había interesado. Por suerte, el grupo ayudó con la superación de este extraño "panic attack" y Economía fue una gran experiencia, si con el microemprendimiento y todo, pero pronto llegó lo que hasta ahora sería el mayor fracaso: no entrar a UNLaM. Pocas veces toco el tema, trato e intento justificarme el porque de no haber entrado. Puedo haber sido falta de estudio, distracción, mal estar por el amor, etc. Diferentes causas que me llevaron a rehacer el curso y finalmente entrar. 

Concentrarme en el estudio fue simple, el problema es cuando reviso mi vida amorosa. Bruno, Leo, Emilio, Luchi, Nico. Evité nombres, personas que no me marcaron o dejaron poco en mi (no es algo malo, es algo no relevante al caso).
No logro entender después de seis años si fue amor o no, pero tampoco me preocupa. Por la poca idea del amor que tengo en estos 18 años puedo catalogar a Bruno como "mi primer amor". Crecí mucho, vivía casi por él. Lo admiraba, sus ideas locas de querer vivir solo siendo tan chico, de como nuestros papás no siempre tenían razón, la idea de poder llevarte una materia y seguir viviendo. Esas cosas que en mi mundo no eran posibles, en el de él si lo eran. Admirable por doquier, en computación, en música, deportes. Era bueno y constantemente aprendía "vida de calle" con él.
En mi loco "amor" pensaba que cada vez que nos peleábamos o que Bruno aparecía con sus nuevas novias, mi mundo se caía a pedazos. Eso aprendí con Leo; nadie es indispensable en esta vida: fueron mis primeros pasos fuera de la vida de Bruno. Con Leo aprendí que una persona puede realmente gustarle a otra y estar en público, que las relaciones sanas no se esconden de la gente y que se puede ser dulce si se quiere. Si bien después volví a caer en la historia de Bruno, Emi fue como un gran salvavidas. Se puede decir que realmente desde él aprendí a vivir sin Bruno. Cada vez que lo pienso es más raro: verlo a Emi en el pasillo como un creído total y unos meses después admirar cada cosa que dice. Con él me sentía bien, sana, segura. Dicen por ahí que no podes amar a un corazón roto porque nunca amarás todas sus partes y Emilio es la prueba de eso. Es una excelente persona, lo fue conmigo dejando en claro todo desde el principio. Él amaba, ama y amará, supongo, a Flor y por más que yo haya pensando que no debían o ella no lo hacia del todo feliz, puedo verlo en sus ojos, puedo sentirlo en su sonrisa que si lo es. Lo importante de Emi es ese gran salto a "mi primer novio". Luciano es una persona que con su sonrisa compra al universo y así compró mi felicidad. Quizás no estaba acostumbrada al buen trato y por eso no funcionaron las cosas al final. Me costó enamorarme, seis meses precisamente. Los primeros seis meses de nuestro noviazgo fueron absolutamente extraños para mi pero recuerdo que el 9-1-10 fue el día más hermoso. Mes-aniversario en el showcenter; veo las fotos de ese día y me recuerdo feliz, lo recuerdo a él feliz. Puedo tener muchas fechas pero esa es imborrable. Mis te amo durante los primeros meses no fueron falsos, fueron muy reales pero ese día sentía que todo era perfecto y que todo podía serlo. Ese día realmente lo amaba. Pasaron muchas cosas después y el 7 de noviembre no es un día que recuerde con mucha felicidad, si no más bien con dolor. Me haya arrepentido o no de las cosas era un amor de secundaria, no hubiese podido crecer del todo con él y eso lo se hoy, viéndolo a la distancia. Después de un año de idas y vueltas con diferentes personas, la llegada de Nicolás sinceramente no la esperaba. No puedo decir que me enamoré ni mucho menos pero se que con él las cosas eran distintas. Sea por la edad, su carrera o el simple hecho de que me gustó desde la primera vez que lo ví para mi él era especial. Hoy en día no se si va a ser un amigo, si volveremos a salir alguna vez o si solo será un hola-chau en el club y la facultad, lo que sí se es que me marcó de la manera más dulce que una persona lo puede hacer. Logró algo que nadie, a excepción de Emi pudo, hacerme sentir segura, protegida. No me arrepiento, por más que muchas veces crea que si lo hago. Dicen que cuando llega la persona correcta lo sentís y así fue para mi. Dudo de las palabras que dijo aquella vez: 'Esto tiene que ser con alguien que ames y sea tu novio'. Hoy puedo decir, después de prejuzgar por muchos años, que no necesariamente; esto tiene que ser con una persona que sientas esa conexión, esa seguridad y gracias a la vida, así fue.

Es extraño ver plasmado y reducido a renglones tu vida. No hable de voley porque no tengo mucho para expresar. Es gran parte de mi vida pero algo simple. No soy la estrella del equipo y tampoco planeo serlo. La cancha te muestra tal cual sos y para mi, es el único lugar donde puedo denotar mi vulnerabilidad. A veces es bueno no ser tan fuerte y mostrarte humana. Los logros en equipo son reales, son verdaderos y me hacen sentir viva. Es lo que completa mi vacío.

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