Quizás es más como dijiste antes, que todos estamos agrietados. Cada uno de nosotros empieza siendo un recipiente hermético. Y pasan cosas. personas que nos dejan, o que no nos quieren, o que no nos entienden, o a las que no entendemos, y nos perdemos, nos fallamos y nos hacemos daño. Y el recipiente empieza a agrietarse por algunos sitios. Y, si , en cuanto el recipiente se agrieta, el final es inevitable (...)
Pero está todo ese tiempo desde que las grietas empiezan a abrirse hasta que por fin nos desmoronamos. Y solo en ese tiempo podemos vernos unos a otros, porque vemos lo que hay afuera a través de nuestras grietas, y lo que hay adentro se nos ve también a través de ellas.