Junta fuerzas y bancatela.

Anoche lloré, me compadecí de mí misma, me cagué en el maldito que mueve los hilos del destino, pero hoy vuelvo a estar bien. Y hoy estoy bien porque soy una mujer con un par de ovarios que me quiero a mí misma, que valgo un montón y que no voy a sufrir por quien no se lo merece.

Isa.

Hablo de que quiero estar con alguien que sólo me tenga a mí en su corazón-contestó su amiga, después de beber un sorbo de su bebida-, porque me niego a compartir esa instancia con otra persona. Quiero alguien que me mire de la forma apasionada con que te mira a ti el Capitán América. Que se cruce medio mundo sólo para verme durante cuarenta y ocho horas y que me quiera como yo estoy dispuesta a querer. Sólo quiero eso.

La razón me dice que lo olvide y mi corazón que lo busque.

Puedes engañar a la gente y a ti misma, pero al corazón no.

Entre tu y yo nada es imposible, excepto por las barreras que tu te empeñas en levantar.