Volver de GOA y no dormir. Subí las fotos, tomé mate con mamá y recién a las tres de la tarde me tomé una pequeña siesta de tres horas.
A las seis de la tarde estaba levantada otra vez. Me bañé, me alisté y me fui a la casa de Flor.
Los cumpleaños son todos iguales. Todos adulan, nos reimos, contamos anécdotas (muchas veces las mismas), pedimos por los chicos de la villa itatí. Mario hace algún chiste, Pablo se enoja. Flor come. Mamá, Adriana y Gaby hablan de ropa y yo miro...
Lo bueno de eso es que Gaby cocina rico y la torta estaba excelente.
Llegué a casa a eso de las doce de la noche; Maar y Eze me invitaron para salir pero estaba muriendo y necesitaba dormir.
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