No irme de vacaciones con las chicas es un autoreflejo a esto que llamamos "etapa de maduración". Estamos controlando todo bastante bien y llegar a la costa con todo Ramos Mejía ahí sería caótico.
Podría haber sido el verano más hermoso para Bruno y para mi; podría haber torturado las vacaciones de Lu de la mejor manera pero todo eso pierde mucho interés cuando ves todo lo que creciste y eso solo te arrastraría al pasado.
Si bien todo esto reprimido y esta "nueva manera" de no decir las cosas para no sofocar a la gente es rara, es también parte de la vida, de los cambios, de las nuevas propuestas que tengo para mi propia vida. Me hace soñar mucho más, extrañar de otra manera pero a su vez desearle lo mejor a cada uno.
Esta vez preferí guardarme muchos sentimientos para mantener una buena relación; no se si será este el camino para aprender a terminar bien las cosas pero es el que fui encontrando.
En este momento no me puedo enfrentar a verlo a Nicolás; ese es el mayor motivo de esquivar la cena del domingo. Por otra parte, ver al otro aclaró demasiado mi mente, se que quiero y que no; necesito pasar por alto la costumbre de tenerlo y vivir definitivamente sin él. Ayer en el cumple fue sumamente extraño tenerlo a Luchi ahí, en una misma pileta... pareció que no hubiese estado. Somos muy buenos actores para hacer de cuenta que el otro no está ahí, pero el sonido de su risa me partió al medio varias veces durante la tarde.
Sigo buscando la manera de hacer las cosas mejor, por lo pronto estos cambios me están gustando.
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