Esto de escribir y no hablar puede que me juegue en contra.
Es algo normal en mi que con los desconocidos hablo demasiado y cuando tengo que hablar realmente me callo. Será porque no estoy acostumbrada que me planten las cosas frente a frente, siempre fui yo la que iba con bandera en alto a entablar las conversaciones y el otro se quedaba callado, o mi mente imaginaba un re monólogo hiperhonesto y después callar todo.
Algo para cambiar, para bien supongo. Además cuando sea una gran abogada voy a tener que hablar en público y no pretendo quedarme callada ni aunque tenga a mi mejor amigo como abogado contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario