año.

Quizás me haya replanteado muchas cosas pero al fin y al cabo pasaron las cosas que tenían que pasar. Tal vez, mejor dicho probablemente, no hayan sido de la mejor manera. 
Muchas veces pensé que mis acciones eran un gran error, que me había equivocado como nunca antes, pero todo pasa por algo y creo que este algo es mucho más sincero que vivir en una realidad mentirosa.
Puedo confundirme, creer que lo extraño, verlo y sonreir, es algo que hoy en día me lo permito porque es un hermoso recuerdo, parte de mi vida y mi formación como persona pero tambien me obligo a seguir. Porque nadie, ni siquiera yo, puedo vivir de recuerdos.
La vida sigue, el mundo no para, el sol sigue brillando y los planetas girando. Casi un año me llevó entenderlo, probablemente el siete no sea el mejor día; seguramente sea esos días que reflexionas hasta de porque tu acolchado es violeta, pero bueno miradas positivas. El viaje nos enseñó a mirar positivo, a ponerse una meta y llegar. Nosotras nuestra meta deportiva la cumplimos... 
¿Y las metas de la vida?