Me gustaría tener a alguien aquí esta noche para contarme historias felices, para cantarme una canción que me haga conciliar el sueño, pero no. Solo puedo pensar en ti.
Estoy perdiendo el control. Aunque ya hace una semana que no nos vemos, insistes en estar presente.
Si no desapareces, me veré obligada a ir a tu casa a tomar el té contigo y con tu mujer, comprenderé que sois felices, que no tengo ninguna posibilidad, que mentiste al decir que te veías reflejado en mis ojos, que permitiste que me hiciera daño con aquel beso que ni siquiera me habías pedido.
Espero que me entiendas, rezo para que así sea, porque ni yo misma entiendo lo que quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario