El mayor objetivo de la vida es amar. El resto es silencio.
Necesitamos amar. Aunque eso nos lleve a la tierra donde los lagos están hechos de lágrimas...
Las lágrimas hablan por si mismas. Y cuando creemos que ya lloramos todo lo que debíamos llorar, siguen saliendo a borbotones. Y cuando pensamos que nuestra vida es solo un largo caminar en el Valle del Dolor, las lagrimas pronto desaparecen.
Porque logramos mantener nuestro corazón abierto, a pesar del sufrimiento.
Porque descubrimos que quien partió no se llevó consigo el sol ni dejó en su lugar tinieblas. Solo partió y cada adiós trae oculta una esperanza.
Es mejor haber amado y perdido que jamás haber amado.
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