Volví.

Me ausenté durante varios días, demasiados para lo que estamos acostumbrados. Fue mi primer gran ausencia facultativa. Si bien es verdad que ya había dejado de escribir por largos períodos esos se remitián a vacaciones, torneos o Bariloche. Nunca me había pasado de estar sentada frente a la pc y no poder escribir absolutamente nada.
Tener ataques de llanto pero no querer plasmarlo en palabras.
Pasó mi primer día de facultad sin pena ni gloria por el blog, pasó mi primer semana con escasos comentarios. Pasó mi segunda semana, un nuevo integrante del grupo, personas que me crucé por la facultad y NADA DE NADA.
Mi mente no podía escribir y el teclado HORRIBLE que tenía tampoco...

He aquí mi verdadero yo otra vez, plasmando en palabras cada cosa tonta, o no tan tonta, que me pasa.

1- Tengo teclado nuevo, esto de no tener que pelearme con las teclas para escribir es sin duda uno de los verdaderos motivos de mi regreso. Era imposible llorar y enojarse con el mundo cuando mi ira se la llevaban las teclas del teclado viejo.

2- Lo vi a Nicolás. Oh si. El jueves me sentía angustiada, había soñado con él y si bien no recuerdo exactamente que pasó, se que discutíamos y que yo necesitaba callarlo y simplemente abrazarlo. Me levanté mal, desayuné cual zombie y me alisté para la facu. En el break me lo crucé, estaba tan hermoso y perfecto (aún más porque tenía camisa y sweater) con Rodri. Les pasamos por al lado, ni un hola. Me di vuelta a los 30" de pasarles por al lado y no estaban... se habían esfumado cual fantasmas. No pude prestar atención en NADA de Romano, estaba ida como en otro mundo. Hablar con Ceci que me decia "no llores", con Gabbi y Luu fue lo mejor. Necesitaba descargar, hace mucho que no me "preocupaba" por él.

3- Fue una semana de "premoniciones". Eso que tanto queríamos, que el chico lindo se pase a nuestra fila pasó.. y dos veces. Pensar "uy mirá si me lo cruzo a Luchi cuando vuelvo de unlam" Y pasó; no solo eso... días después volver a cruzarmelo dos veces (en diferentes situaciones durante el mismo día). Soñar con Nicolás y que aparezca. Sin contar la idea de que queríamos a Lucho en nuestro grupo y pasó también.

4- Tengo mucho para leer. Demasiado y poco a la vez. Demasiado porque es mucho a comparación de lo que habñia estudiado alguna vez y Poco porque realmente pensé que ibamos a tener mucho más para leer.

5- Mis profesores son copados. Es técnicamente imposible no enamorarte de Piñeiro, reirte de los chistes de Raul Lord o amar la sinceridad de Abraham... con las mujeres se vuelve un poco más pesado.  Telli nos causa ternura, María Teresa Nieto de Calónico es demaaaaaaaaaaaaaaaaasiado lenta para explicar las cosas, igual la tuvimos una hora nada más y ayer faltó. Adriana y Alejandra son bastante similares. La de político explica todo detalladamente mientras que Raúl va a lo directo; lo mismo pasa con la de romano y el otro Raúl. Saber que no tenemos a Cerrudo me deja tranquila para los parciales, aunque me hubiese gustado como profesor.

6- Extraño a mis amigas, odio no tener oportunidad para salir los miércoles. Por otra parte el fin de semana pasado no fui a ver a las chicas jugar. Me sentía rara, fuera de lugar. Las extraño mucho y sin dudas extraño jugar también pero siento que la realidad que pesaba con Luli y Belén ahora me pasa a mi; por más que dejes de jugar y quieras seguir estando presente no sirve. La cancha tira más, relaciona a las personas de otra manera que quizás afuera no se puedan relacionar así.

7- Mi habitación es un caos, la acomodo y a la mañana siguiente se vuelve a desacomodar.

8- Entiendo mucho en clase, amo eso. Volver a ver la República de Platón es muy bueno, ya se muchas cosas o por lo menos me es más fácil entenderlo. Mi participación en clase del viernes fue magistral, digno de la envidia de Gonzalo. Nunca pensé que me iba a sentir tan libre para opinar y mostrarme en la facultad. Estoy lentamente volviendo a ser ese personaje nerd como lo fui a los trece años y admito que me encanta.

9- Escuché muchas veces durante estos días facultativos "Que buen colegio". Si, las personas me demuestran que valió MUCHÍSIMO la pena ir al Juan 23. Tengo ganas de ir a abrazar a la mitad de mis profesores por haberme enseñado tanto y no atenerse solo a los libros, si no darnos apuntes hechos por ellos, sus palabras, experiencias, conocimientos, etc.

10- Extrañaba escribir. Plasmé cosas que fueron pasando durante este tiempo, tontas quizás. Luego, con más tiempo, pienso profundizar sobre muchas de estas cosas...