Parece algo tonto pero aún recuerdo esa fecha.
Cinco años pasaron, cinco años de uno de los días más felices de mi vida, antes de saber lo que realmente era la vida.
Es una fecha que en su momento, a mis cortos catorce años de entonces valía mucho y merecía ser recordada. Casi tan feliz como el treinta de enero de este año.
No hay comentarios:
Publicar un comentario