Estable. La paciente sufre de dolores de corazón pero si se distrae los olvida.
No tolera dos minutos de paz porque su mente se pone en funcionamiento y no para hasta sacar una nueva conclusión o afirmar las viejas.
Sus dolores físicos quedan al margen de tanta angustia.
Sonríe ante los problemas, no para parecer fuerte, si no para que nadie le pregunte ya que si se sienta a contarlos llora aún peor.
Irritable por momentos. Con ganas de dar portazos bastante seguido.
Lo extraña pero a su vez intenta seguir adelante con el tratamiento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario