Después de todos estos años, de todo lo poco vivido. De las buenas y malas cosas, de las caídas y de las levantadas. Después de vivir; en cuestiones del amor me sigo sintiendo derrotada; aunque ya no es como antes.
Estoy cambiando si, pero esto es un gran cambio.
No existe el rencor, odio, despecho. Puedo o suelo hacer comentarios así solo porque me divierten, además de que las redes sociales nos los presentan todo el tiempo, pero ya no me siento de esa manera.
Si miro hacia atrás recuerdo grandes nombres y hombres en mi vida: Bruno, Emilio, Luciano y Nicolás.
Los cuatro me enseñaron cosas diferentes, me hicieron crecer y si bien con los tres primeros lloré la vida y los odié a más no poder, Nicolás me enseñó a madurar en ese aspecto.
Hoy puedo decir plantada en la vida que los quise mucho, que me gusta verlos felices porque, a pesar de todo, fueron grandes personas cuando tuvieron que serlo.
No hay celos, resentimientos. Ya no hay parte oscura guardada en mi corazón y en mi mente. Aprendí a recordar todo aquello con sonrisas y a tomar lo "malo" o "no deseado" como aprendizaje.
Me replanteo bastante si alguno fue AMOR. Se que Emi y Nico no, si los quise mucho y eso me bastó para querer verlos felices. Bruno se llevó mi amor como consejero, como apoyo no se si exactamente como hombre; pero lo que más vueltas me da en la cabeza es Luciano. ¿Fue amor? Así lo sentía en ese momento, pero viéndolo a distancia dudo mucho... supongo que es porque las cosas no son lo que eran y que en ese momento si fue real.
Es la primera vez en mucho tiempo que me siento bien sola; claro que me gustaría conocer a alguien y enamorarme o entrar en ese estadio de tonta enamorada pero necesito a la persona correcta no a alguien más de la lista.
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