No me digas que hay que hacer, que tengo que entender que todo aquí esta bien.
Debo aprender a andar en libertad, también quiero llorar y abrir un cielo mas sin miedo.
Todos, no me excluyo, solemos dar consejos, advertencias, empujones, ánimos. Todos nos metemos en la vida del otro para intentar ayudar. No nos gusta normalmente ver mal a las personas que queremos o apreciamos. Incluso los completos desconocidos también nos tocan en el fondo del alma, por eso ayudamos y tiramos para adelante como sociedad.
El problema es que a veces uno está cansado de que lo aconsejen.
Mi costumbre fue llorar por amores no correspondidos, relaciones que se terminan o personas que se alejan. Todos tienen un comentario para hacer. Si volver con tal TENES QUE TENER CUIDADO, también está el clásico "No le respondas", "Dejalo vuelve solito". Se que los comentarios de todos son con la mejor intención, o eso espero.
El otro día hablando con Lule me dice "aprovechá ya que estás tan enamorada" y dije OKEY STOP. Me pueden aconsejar todo lo que deseen, ayudar en lo que necesite pero no me digan que sentir. Puedo no demostrarlo pero las cosas cambiaron en muchos aspectos y claramente Bruno es uno de ellos.
Odio con todo mi ser dar explicaciones de lo que siento o no, él puede haber sido una persona sumamente importante y que me marcó de diferentes formas, pero no dejé de vivir todos estos años que no hablábamos y otras personas aparecieron para hacerme crecer. Hoy quizás llore más por esas nuevas marcas que por las anteriores, entonces por favor, no me digan que sentir. Se lo que siento, se donde estoy parada y claramente, puedo discernir mejor que nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario