Dormir y levantarme con la noticia de que Cuevana funcionaba otra vez era una manera genial de levantarme. Claro, despertarme a las dos de la tarde como corresponde.
Vi un par de The Vampire Diaries. Acomodé pocas cosas, no tenía ganas de hacer algo productivo.
Internet iba y venía, me la pasé jugando al tetris y al solitario.
Un sábado con sabor a domingo. Me pensaba teñir pero no estaba del todo decidida así que arreglé mis uñas, mire el Soñando y me fui a dormir. INCREÍBLE pero cierto, después me volví a levantar como corresponde y miré Monk, un par de películas y el sueño definitivo llegó a mi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario