Y llegará el día en que los momentos difíciles serán solo historias que contar.

You don't write because you want to say something, you write because you have something to say.
Si quieres entender mejor tu papel en el mundo, escribe. Trata de poner tu alma por escrito, aunque nadie lo lea o , lo que es peor, aunque alguien termine leyendo lo que tú no querías. El simple hecho de escribir nos ayuda a organizar el pensamiento y ver con claridad lo que nos rodea.
El escritor tiene que sentir, luego soñar y luego dejar que lleguen las fábulas. Las lecturas me han acompañado hasta el día de hoy, transformando mi vida gracias a esas verdades que sólo el gran arte puede atesorar.

viernes, 10 de febrero de 2012

Chapter 2012. Page 40 of 366

Que no pasen dos segundos de que te levantaste y que ya te digan que tenes que salir es frustrante. 
A ramos otra vez. A entregar cosas, retirar folletos... un día si, dos también pero TRES. Dios, no es copado ir a los mismos lugares tres veces seguidas más cuando son personas que se te quedan hablando una hora mínimo!
Volver, almorzar a las tres y media de la tarde y ver Amanecer. Increíble película, se despertó un nuevo odio por Nicolás... había una escena que por habernos ido del cine no llegué a ver, menos mal que Cuevana tiene todo completo. 
Básicamente el resto de la tarde fue estar tirada en la cama escuchando música. 
No pensaba salir y así debería haber quedado la idea, Luu me invitó a Cromo y bueno; necesitaba o creía necesitar una noche así. Vinieron ella y Cami a tomar a casa, nos preparamos y salimos: TAN LEJOS; media cuadra es demasiado.
Nos divertimos, la vimos a Luciana, pasamos un rato con mucha gente, lo vimos a Lean pero yo no aguantaba, había algo que me decía SALÍ YA DE AHÍ... no logro entender que. Se que la probabilidad de que Nicolás o su grupo apareciesen era mínima pero posible. Mi mente no paraba de pensar, ¿Si me lo cruzo? ¿Y si están todos pero el no está, significa que se quedó con su novia? Eran demasiadas preguntas para contestarme en medio de un boliche, me tenía que ir. 
En cuanto llegué a casa caí en la cuenta de que ya era once de febrero, y toda esa angustia guardada radicaba en otra cosa, en una fecha especial, en un cumpleaños...

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