Levantarme a las dos de la tarde por fin! No hubo interrupciones en mi sueño por primera vez desde la mudanza.
Ya acomodé todo mi cuarto. Está hermoso y la nueva colcha es tiernisima.
Nos visitó Moni y trajo facturas. Mi tarde se pasó charlando de la vida y comiendo en el balcón. Me trajo dos regalos, una cajita hermosa y un porta pañuelos como yo quería. Eso si que es la felicidad de las cosas simples.
Hablé mucho con Marko, él es especial. Por momentos es el ser más agrandado y pendejo del mundo y por otros da justo con las palabras que necesitas. Hablamos el tema de las chicas y sobre todo de Nicolás. La foto con otra, y saber de su nueva relación fue lo más duro del día. No llegué a llorar porque había gente pero si no creo que hubiese muerto en lágrimas.
La preocupación de Bruno fue lo más lindo del día. La diferencia al resto de las veces es que ahora lo siento y necesito más como a Nico Fede. Esos amigos que están hasta para que le cuentes que te rompiste una uña.
Necesito mantener mi mente ocupada, incluso no quiero dormir porque sé que voy a caer a pensar.
Para la cena vino Patri; hablamos la idea del tatuaje. Cada día estoy más segura y entusiasmada. Quiero tenerlo, estoy firme con mi decisión.
Fue un día especial, me siento vacía, más vacía que nunca. Se que tengo personas que me respaldan y están para mi, pero yo no elijo sentirme así... Me invade la angustia y no tengo manera de exteriorizarla.
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