Llegar a las seis de la mañana a tu casa y solo querer una cama pero que la necesidad de subir las fotos te lo imposibilite; así empezó el día. Levantarse y revisar el celular como cada mañana, ver un mensaje de SEÑALES DE VIDA y casi desmayarte al hacerlo: los reyes había traído lo que más quería. Intentar responder el mensaje y que te tire error cinco veces eran indicios de que no debía responder; además ¿Quién en su sano juicio manda un mensaje a las ocho de la mañana?. Pasaron unas horas y suena mi celular; era él. Después de unos largos minutos de hablar, lo veo. Increíble desde MAYO 2011 que no lo veía y ahora mágicamente lo tenía en la puerta de mi casa listo para hablar. Lo extrañaba horrores, esa era la realidad, pero también necesitaba verlo para poder decir en que condiciones estoy parada en mi vida. Fuimos a almorzar juntos, hace tanto tiempo que no pasaba eso... incluso comienzo a pensar si alguna vez sucedió.
Llegar a casa muerta de calor en un día tan agobiante bajo el sol, acostarme y ser feliz durante una larga tarde para que cuando sea necesario: levantarme, cambiarme e irme.
Debo admitir que la casa de Leo es hermosa y que, aunque le encuentro fallas al grupo, me parecen personas geniales para hablar y pasar el rato. En particular me reí mucho y la pase muy bien.
Fue un hermoso día; verlo me revolvió un poco la cabeza pero eso es algo que pensaré después; la alegría de compartir otra noche con mis "nuevosamigos" lo curó todo.
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