Odio acostarme tarde, porque cuando me tengo que levantar relativamente temprano no puedo: odio hacer las cosas apurada.
Una factura y una tacita de cappuccino fue mi MEGA desayuno del día (era de esperarse que a las dos de la tarde muera de hambre y le reclame a papá a más no poder que debíamos parar para comer).
Caminamos con mamá y Ronnie hasta la otra casa y Papá ya había colocado dos hileras de los cerámicos de la cocina (Son divinos). Fuimos a comprar un ¿fratacho? Si, eso creo. Después más pegamos para cerámicos. Corrimos todas las cajas de mi habitación, finalizamos CASI la cocina y limpiamos todo.
Volver a casa tipo siete de la tarde lo odio, pero más odio no haber revisado el celular en toda la tarde y ver que tenía un mensaje de él que no había contestado... No tengo crédito (tengo muy poco y me debe durar una semana); papá no me prestó un mensaje y mamá se negó si no le decía para quién era (Cosa que obvio no hice). Se quedará sin respuesta.
Cenar y pasar pedidos.
Sábado sin salir, había que hacer algo y vino Flor a pasar la noche. Cafés, Gancia, música y charla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario