Cuando el mundo enmudece y las promesas engañan nos revolcamos en el jardín por donde nadie pasa.
Del fuego vino el diluvio, la nave vuelve a partir. Mi alimento son las cenizas de una noche larga.
No vuelvas, no vuelvas sin razón.
No vuelvas, yo estaré a un millón de anos luz de casa.
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