Y quizás todo ese miedo a enamorarme que sentía anoche y no me dejaba dormir hoy fue espantado por una dosis de realidad.
Nadie puede enamorarse en estas condiciones,ni siquiera yo. Cuando te invade toda esa duda de que pasaría si me enamoro y del otro lado no pasa más nada, ese miedo a caer sola otra vez. Ese miedo a llorar noches y noches se ve apagado por la realidad. Ya no pienso como antes, ya no siento como antes, necesito algo más para poder enamorarme que todo esto. Todo esto es bueno para mi y mi verano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario